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A muchos niños les cuesta beber la suficiente cantidad de agua, sobre todo si aún son pequeños. Si no consigues inculcar en tu hijo este hábito tan saludable como necesario para su organismo, tenemos una buena noticia: a través de la dieta también se puede contribuir a tener unos buenos niveles de hidratación, gracias al consumo regular de alimentos hidratantes.
Estos alimentos son los que contienen en su interior más cantidad de agua que luego pasa a formar parte de nuestro organismo. Así, con una alimentación saludable en este sentido, se consigue mantener hidratados a los niños más reacios a beber agua, mejorando con ello un sinfín de funciones corporales y su bienestar en general.
La importancia de la hidratación en los niños
La adecuada hidratación es importante para todos, pero lo es mucho más para los niños. Su cuerpo está en pleno y constante desarrollo y el agua cumple un papel esencial en esos momentos cruciales de su vida. Para que te hagas una idea, en estos aspectos influye la hidratación de nuestros hijos:
- Mejora su circulación sanguínea: el agua es el principal componente de la sangre y sirve para aumentar su fluidez y para facilitar su paso por los vasos sanguíneos, al mismo tiempo que garantiza el equilibrio entre el número de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
- Regula su temperatura corporal: especialmente si viven en climas cálidos o si practican ejercicio físico con frecuencia, a los niños les afectan más los cambios de temperatura que a la mayoría de los adultos. Unos niveles óptimos de hidratación consiguen que su temperatura corporal se regule de manera más eficiente.
- Garantiza un funcionamiento adecuado de sus órganos: el corazón, el cerebro, los pulmones y los riñones, fundamentalmente, requieren de unas cantidades mínimas de agua para funcionar correctamente. Si quieres evitar problemas en tu hijo relacionados con estos órganos de su cuerpo, su hidratación debería ser prioritaria para ti.
- Fortalece sus defensas: el sistema inmunológico se mantiene más fuerte si hay una buena hidratación, de modo que los niños que cumplen esta premisa están mejor preparados para combatir todo tipo de enfermedades y para recuperarse antes cuando se ponen enfermos.
- Potencia su rendimiento cognitivo: la hidratación también se asocia con un mejor rendimiento cognitivo en los niños. Esto significa que, si están bien hidratados, será más fácil para ellos estar concentrados, tener más memoria y desarrollar su estado de alerta, todas ellas cuestiones fundamentales para el aprendizaje y el rendimiento académico de los más pequeños.
- Previene su deshidratación: los niños tienen una masa metabólica más alta que los adultos y esto los lleva a tener más facilidad a la hora de deshidratarse, ya que pierden el agua de su organismo más rápidamente. Por esta razón, sobre todo si hace mucho calor, están enfermos o se encuentran practicando deporte, mantener su hidratación es tan importante. Recuerda que, en caso de presentar un cuadro de deshidratación, tu hijo deberá ser atendido por un médico inmediatamente.
- Mejora su salud digestiva: manteniendo a raya la hidratación el tracto gastrointestinal mejora su salud y se evitan así problemas que pueden llegar a ser graves para los niños, como el estreñimiento.
- Aumenta la firmeza y la salud de la piel: con una buena hidratación interior, su piel es más flexible y elástica. Además, las pieles más hidratadas suelen ser más suaves, radiantes y luminosas y menos propensas a desarrollar arrugas de forma prematura. Esto puede que te suene aún un poco precipitado para tu hijo, pero cualquier esfuerzo que se haga en la infancia puede marcar su desarrollo en la edad adulta, y él te lo agradecerá.
Alimentos que ayudan a tu hijo a hidratarse
Si sabes que tu hijo no bebe agua con la suficiente frecuencia, ayúdale a estar siempre bien hidratado incluyendo estos alimentos ricos en agua en su dieta. Son solo seis ejemplos, pero hay muchos otros alimentos hidratantes más que si forman parte de su menú semanal te permitirán dejar de preocuparte tanto por su correcta hidratación:
- La sandía: ¿sabías que aproximadamente el 90% de la sandía es agua? Si tu hijo la come será como si, en realidad, estuviera bebiendo un vaso de agua, así que anímale a que lo haga cuantas veces quiera. Por si esto fuera poco, la sandía es un alimento que sienta estupendamente en los días de más calor.
- El melón: igual que la sandía, el melón es una fruta rica en agua y, además, está delicioso. No te costará mucho acostumbrar a que tu pequeño lo tome cada día de postre o en la merienda, con lo que además estará sumando a su cuerpo un buen número de nutrientes beneficiosos, como la fibra o las vitaminas.
- El pepino: incluye el pepino en los sándwiches de tus hijos o sírveselos como ‘crudités’ que podrán mojar en hummus, por ejemplo. De esta forma, se estarán beneficiando de la composición de este alimento, que es agua en un 95%.
- La piña: en este caso, esta fruta la puedes usar para preparar deliciosos batidos o incluso para añadir un toque especial a tus ensaladas. ¡Quedarán buenísimas!
- La naranja: junto a la mandarina, es una fruta que además de hidratante es rica en antioxidantes y en vitamina C. El combo perfecto para la hidratación y la salud de los niños.
- La fresa: acostumbra a tu hijo a comer fresas en sus desayunos o en sus postres, sobre todo si están de temporada, y será otra forma de mantener su hidratación a raya.
Esperamos que esta lista de alimentos hidratantes te ayude a cuidar la hidratación de tu hijo y a fomentar todavía más su alimentación saludable. Sin embargo, tenemos que recordarte que su consumo no debería sustituir al del agua. Mientras le inculcas la idoneidad de consumir estos alimentos con frecuencia, continúa tratando de acostumbrarle a que beba más agua durante su día a día. Los alimentos que te hemos propuesto solo son un complemento que puede ayudar en caso de consumo insuficiente de agua, pero lo ideal es conseguir que ese consumo sea el adecuado siempre.
