Lentillas infantiles: ¿en qué casos es recomendable el uso de lentes de contacto?

Cuando a un niño le diagnostican algún problema de visión, como miopía, surge la duda: ¿es mejor el uso de lentes de contacto o de gafas? Pues bien, te adelantamos que no hay una única respuesta a esta pregunta, si no que va a depender de cada caso particular.En este artículo, intentaremos arrojar un poco de luz sobre esta cuestión, explicando cuándo es aconsejable que los niños usen lentes de contacto y cuándo es mejor optar por las gafas. Además, te damos algunas pautas para ayudar a tu hijo a usar lentillas infantiles sin problema. ¡Es mucho más fácil de lo que crees!

¿En qué casos se recomienda el uso de lentillas infantiles?

Las lentillas infantiles son lentes de contacto que se han diseñado para ser utilizadas por niños. Los profesionales pueden recomendar el uso de estas lentes de contacto, básicamente, en los siguientes casos:

• Cuando el niño presenta un problema de visión que no se puede corregir completamente con las gafas.
• Para evitar que las gafas interfieran en alguna de las actividades que realiza el niño en su día a día, como la práctica deportiva.

En concreto, las lentillas para la miopía son las que más comúnmente se prescriben para corregir la visión de los niños. Y es que esta patología ocular es cada vez más frecuente entre los más pequeños, tal y como indican numerosos estudios.La miopía consiste en un excesivo alargamiento del ojo, que provoca que los objetos más lejanos no se vean bien, al enfocarse delante de la retina y no detrás. Con el uso de lentes de contacto, los niños pueden ver el entorno que les rodea igual que si no tuvieran miopía.

¿Cuándo puede empezar a utilizar lentillas tu hijo?

No hay una edad concreta en la que los niños puedan empezar a usar  lentillas infantiles. En algunos casos, los niños de 8 años son capaces de utilizarlas y manejarlas correctamente, mientras que en otros es posible que, con 10 años de edad, el niño aún no esté preparado para ello. Igualmente, la opinión del profesional de la visión que evalúe al pequeño también va a determinar el momento en el que comenzar a usar lentes de contacto.

Lo más importante, además del criterio profesional, es el nivel de madurez del niño y la responsabilidad que sea capaz de demostrar poniéndose, quitándose y ciudadano sus lentillas infantiles. Que lo sepa hacer de forma efectiva y, sobre todo, segura, es el requisito fundamental. Si no es así, es mejor esperar. 

Aparte, presta atención a estos otros casos en los el uso de lentes de contacto en los niños no está recomendado:

• Problemas oculares adicionales: si los pequeños presentan, por ejemplo, una infección o una lesión en el ojo, es muy probable que se desaconseje usar lentillas infantiles. Sería más apropiado usar gafas hasta que se solucione.
• Intolerancia a las lentillas: es posible que algunos niños, a pesar de seguir todas las pautas recomendadas, experimenten alguna molestia o incomodidad al llevar lentillas para la miopía. Aunque esto será mucho menos probable si se recurren a lentillas de alta calidad.
• Práctica de actividades que puedan dañar las lentillas: aunque si el niño va a practicar deporte estará mucho más cómodo con las lentes de contacto, hay ciertas actividades que es mejor que no practiquen con ellas, porque podrían dañarlas. Hablamos, por ejemplo, de natación o de cualquier deporte que se juegue en la arena.

Lógicamente, también es importante que en la revisión se determine específicamente el tipo de lentillas a utilizar y su idoneidad con respecto al estilo de vida y carácter del niño. Además, en todo momento los niños que necesiten el uso de lentes de contacto deberán estar supervisados por un adulto, sobre todo al principio. En los padres y las madres recae la responsabilidad de, guiados por los consejos del especialista, enseñar a los niños a usar y cuidar sus lentillas, garantizando que se siguen todas las indicaciones para mantener su higiene.

Consejos para enseñar a tu hijo a usar lentes de contacto

Para ayudarte en la a veces complicada tarea de conseguir que tu hijo aprenda a manipular y llevar cómodamente sus lentillas, te damos algunos consejos clave:

• Enséñale a cuidarlas: tiene que lavarse las manos antes de manipular las lentes de contacto, evitar compartirlas con otros, guardarlas siempre en un estuche limpio, no usarlas más tiempo del debido (sobre todo, evitarlas para dormir) y desecharlas cuando indique el fabricante.
• Supervisa el cuidado que hace de las lentillas: los consejos en este sentido se orientan a revisar frecuentemente sus lentes de contacto, para comprobar que no están dañadas, y estar presente las primeras veces que se las ponga y se las quite.
• Fomenta su uso y su independencia: solo es necesario que vigiles cómo se las pone y se las quita al principio, luego es mejor que le dejes seguir solo. Lo que sí puedes continuar haciendo es animarle a utilizarlas y apoyarle cuando tenga alguna dificultad o pierda la paciencia.
• Considera el uso de lentes de contacto desechables: muchas veces, las lentillas diarias son la mejor solución para los niños más pequeños que aún no están acostumbrados del todo a su uso. El motivo es que esta clase de lentes de contacto no se tienen que guardar cada noche, sino que se desechan y se estrenan unas nuevas al día siguiente. De esta forma, también se estará contribuyendo a reducir el riesgo de que los niños sufran alguna infección ocular derivada de un mal uso de las lentillas infantiles.

En resumen, el uso de lentes de contacto por parte de los niños es muy aconsejable y cómodo en la mayoría de los casos, pero hay otros en los que no es tan oportuno. Siempre puedes tener en mente los consejos que te hemos dado para animar y ayudar a tu hijo a que use bien las lentillas, pero esto a veces no es suficiente. La salud ocular del pequeño, así como su estilo de vida, su nivel de madurez y el criterio profesional, son algunos de los factores que también hay que tener en cuenta.