Por diferentes razones, hoy en día la mayoría de los niños pasan horas y horas pegados a las pantallas de sus móviles, tabletas u ordenadores. Antes, estos dispositivos solo los usaban los más pequeños en sus ratos de ocio, pero en la actualidad (y especialmente a raíz de la pandemia de la COVID-19) los utilizan también para leer y hacer deberes. Sin embargo, lo que muchas veces no pensamos es que el uso excesivo de estos aparatos es igual de perjudicial para los niños, independientemente de que se destinen a fines educativos o lúdicos. De hecho, una de las consecuencias de las que ya han alertado desde el Consejo General de Colegios de Ópticos Optometristas (CGCOO) es el aumento de la miopía infantil, sobre todo derivado de una mayor adicción a las pantallas.
Problemas visuales derivados de un uso excesivo de las pantallas
Los datos son bastante alarmantes: uno de cada tres niños tiene problemas de visión, en gran parte por culpa de un consumo irresponsable de las pantallas, que en algunos casos puede llegar a las 14 horas al día. En cuanto a la adicción a las pantallas, son el 20 % de los niños y jóvenes de entre 12 y 17 años los que se encuentran en riesgo de padecerla. Y todo parece indicar que estas cifras se van a incrementar aún más con el paso de los años.
De todos los problemas que los pequeños pueden experimentar por esta causa, destaca la miopía infantil. Algo que no es en absoluto extraño si pensamos que los ojos de los niños deben hacer un gran esfuerzo durante horas para enfocar lo que ven a una distancia muy corta.
En resumen, la preocupación es doble: por un lado, porque los más pequeños tienen un acceso más temprano cada vez a los dispositivos electrónicos (con los riesgos de todo tipo que ello conlleva) y porque este hecho está contribuyendo a un claro incremento de la miopía entre los niños en edad de crecimiento.
Pero la miopía infantil no es el único problema sobre el que debemos poner el foco. El abuso de las pantallas también causa en ellos fatiga visual, caracterizada por sensación de picor, sequedad ocular, visión borrosa e incluso dolor de cabeza. Además, que alguien desarrolle miopía a una corta edad incrementa las posibilidades de que de adulto padezca otras patologías más graves, como glaucoma miópico o desprendimiento de retina.
En este contexto, nos gustaría llamar la atención sobre la importancia de intentar prevenir la miopía infantil en la medida de lo posible. En la infancia, los ojos de los niños están todavía formándose y es un momento muy delicado para su salud visual. Impedir que pasen demasiado tiempo usando estos dispositivos y que acaben desarrollando adicción a las pantallas es vital para evitar toda clase de problemas visuales.
¿Se puede tratar la adicción de los adolescentes a las pantallas?
Los padres y las madres tienen la responsabilidad de que sus hijos hagan un uso responsable de las pantallas, y ello pasa necesariamente por un estricto control sobre el tiempo que están frente a ellas. Afortunadamente, hay una serie de consejos que puedes seguir para abordar este problema de forma efectiva y fomentar un uso más o menos equilibrado de las nuevas tecnologías. Aquí te compartimos los más importantes:
- Pon límites de tiempo: incluso aunque necesiten su ordenador o tablet para realizar sus tareas del cole, es importante que sepan que tienen un tiempo delimitado para hacerlo y que deben compaginarlo con otros ratos de estudio y actividad física. Así, no las usarán más de lo debido ni para otros cometidos y aprenderán a gestionarse mejor. Y tú, por tu parte, te asegurarás de que no pasen demasiado tiempo frente a la pantalla.
- Si lo puedes evitar, no coloques el ordenador en su habitación: es mejor que se sitúen en un lugar común o de paso, para tener un mayor control sobre el uso, pero también para evitar que los pequeños los utilicen antes de acostarse, dificultando así su sueño.
- Anímales a jugar al aire libre: cuando no estén utilizando un dispositivo electrónico, es muy positivo que inviertan tiempo en practicar deporte u otras actividades al aire libre, lo que mejorará considerablemente su salud, tanto física como mental. Además, es una forma que se ha demostrado ayudará a prevenir la aparición de la miopía infantil.
- Sé original con las alternativas: si no les apetece o no es posible que jueguen bajo la luz natural, ofréceles alternativas que les alejen de las pantallas y que les parezcan divertidas, como leer un libro que les guste o jugar contigo a un juego de mesa.
- Sé su mejor ejemplo: no es viable que les exijas a tus hijos que no abusen de las pantallas si, mientras tanto, te ven a ti con el móvil o con el ordenador siempre a mano. Cuando estés delante de ellos, intenta tú también limitar al máximo su uso.
- Supervisa el contenido online que consumen: la red está llena de riesgos para los pequeños, por eso es importante que los adultos supervisen adecuadamente los sitios que visitan sus hijos y los contenidos que ven cada vez que se conectan. Haz uso de los controles parentales para ayudarte en este cometido y conseguir que no accedan a contenidos inapropiados para su corta edad.
- Controla su ‘comportamiento digital’: si les vigilas bien, serás capaz de detectar si muestran signos como irritabilidad, ganas de estar solos o disminución del rendimiento escolar. Todos estos son síntomas de adicción a las pantallas y, si los identificas, deberías actuar rápido y buscar ayuda profesional si es necesario.
- Fomenta su interacción social: cuanto más habituados estén los niños a pasar tiempo e interactuar con amigos y familiares, más habilidades sociales desarrollarán y menos predispuestos estarán a abusar de las pantallas.
- Habla con él sobre los riesgos y promueve su responsabilidad individual: es importante que sepan que si pasan demasiado tiempo frente a la pantalla se exponen a sufrir molestias, problemas visuales y otros riesgos sociales derivados. Fomentar su educación digital les ayudará a usar Internet de una manera más segura que garantice su salud y también su privacidad.
Por supuesto, estos son consejos generales que pueden ayudarte a prevenir la adicción a las pantallas, la miopía infantil y otros problemas visuales en tus hijos. Sin embargo, cada niño es único y es necesario que se adopten estas recomendaciones a cada caso particular.