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Son muchos los estudios e investigaciones que han evidenciado los efectos beneficiosos de pasar tiempo al aire libre para la salud ocular. En particular, la luz natural ha demostrado ser, en multitud de ocasiones, fundamental para reducir el riesgo de que aparezca la miopía y también para evitar su progresión. Por eso, practicar deportes al aire libre que les motiven y les diviertan es una idea genial.
Tres deportes para que tus hijos jueguen al aire libre
Hay muchos juegos divertidos para niños que se pueden desarrollar en la calle, pero hoy nos queremos centrar en los deportes al aire libre que creemos que más les gustan en general, por ser aptos para todos los pequeños y porque incluyen actividades en grupo y también individuales. Así, ¡no tendrán excusa para no salir a jugar!
1. Patinaje
Este es quizá uno de los deportes más adecuados para los niños, ya que se puede ir ajustando su práctica a los años que cada uno tenga. Con los más pequeños, hay que empezar por los patines de cuatro ruedas. Por su parte, para los más experimentados, los patines en línea ya pueden ser aptos.
En solitario, en compañía o incluso animando a jugar alguna partida de hockey sobre patines, este deporte es indiscutiblemente uno de los más divertidos. Gracias al propio funcionamiento de los patines, no es necesario que los niños hagan demasiada fuerza para patinar. Simplemente, son necesarias un poquito de coordinación y mucha práctica. ¡Y a patinar!
2. Paseos y carreras en bicicleta
Aunque depende de la edad que tengan los niños y de si han aprendido ya a montar en bicicleta, este deporte es uno de los más placenteros que existen. Si son algo mayores, pueden dar paseos en bici ellos solos. En cambio, si todavía son pequeños, lo harán acompañados por sus amigos o algún familiar. En cualquier caso, sentir el roce del viento en la cara y disfrutar de la sensación de cierta velocidad les encantará. Eso sí, será necesario que la ruta que elija el niño sea lo bastante segura y también que tenga un nivel de madurez y dominio de la bicicleta adecuados. Si esto es así, las horas que puede pasar al aire libre montado en su bici son infinitas.
3. Pádel
¿Tu hijo prefiere los deportes en compañía? Entonces, además de los más conocidos (como el fútbol o el baloncesto), creemos que el pádel también le entretendrá.
Se juega en parejas y consiste en pasar, con una raqueta, la pelota a los contrincantes, intentando que no lleguen a tiempo y la bola rebote en el otro campo. A medida que esto se consiga, se acumulan más puntos. Te puedes imaginar, con este mecanismo, cómo se pueden llegar a divertir los niños que aprenden a jugar al pádel.
Por si esto fuera poco, el pádel, además de como excusa para pasar tiempo al aire libre, es muy útil para que los más pequeños fortalezcan su cuerpo y mejoren su autoestima. ¡Son todo ventajas!
Por qué es importante que un niño pase tiempo al aire libre
Pasar tiempo al aire libre, además de un placer, es una práctica beneficiosa para la salud ocular de los más pequeños. Numerosas investigaciones muestran cómo este hecho puede garantizar una buena salud de sus ojos. Siempre, eso sí, que no se expongan directamente al sol sin la adecuada protección. Esto es así porque la luz natural no directa tiene enormes beneficios, en particular, sobre la reducción de la miopía.
Por todos es sabido que la miopía es una enfermedad creciente en el planeta. Hoy es mucho más frecuente de lo que lo era en los años 70. Para evitar que aparezca o que se agrave, resulta muy efectivo estar al aire libre. Según varios estudios recientes, los niños que pasaron más tiempo en el exterior desarrollaron una miopía en menor grado que los que no estuvieron tanto rato a diario al aire libre.
Además, se sabe que la luz del día influye directamente en el desarrollo ocular y en el surgimiento de la miopía (que se relaciona con un excesivo alargamiento del ojo). Concretamente, se ha evidenciado que, cuando los niños pasan más tiempo al aire libre (en verano, por ejemplo), se produce un crecimiento normal del ojo, mientras que al contrario, en invierno lo que ocurre es que crece demasiado rápidamente.
Por otra parte, hay que recordar que cualquier juego para niños que se desarrolle al aire libre tiene otros importantes beneficios para su salud y bienestar:
- Mejora el estado de los huesos: la vitamina D procedente del sol es básica para el correcto mantenimiento de la salud ósea, tanto que algunas enfermedades relacionadas (como la osteoporosis) se pueden evitar gracias a su exposición.
- Fortalece la memoria: un beneficio que tiene su base científica en un estudio que se llevó a cabo en la Universidad de Michigan y que mostró que pasear alrededor de caminos con árboles mejoraba los resultados memorísticos en un 20 %.
- Reduce el estrés: hay una relación directa entre la luz solar que recibimos y nuestro nivel de bienestar y felicidad. Los expertos confirman que el sol y sus efectos interfieren positivamente en nuestro estado de ánimo.
- Fomenta la concentración: de nuevo, la ciencia es la que sostiene la solidez de este beneficio, que quedó en evidencia, por ejemplo, al comparar los resultados de una prueba entre un grupo que permaneció sentado en el aula y otro que salió a dar un paseo antes de realizarla.
- Facilita la atención: tan solo caminar unos 20 minutos por la calle puede conseguir que los niños con TDAH controlen sus síntomas considerablemente.
- Potencia el desarrollo cognitivo y la creatividad: los juegos y deportes al aire libre, sin ninguna duda, animan a los niños a ser más creativos e imaginativos. Asimismo, con este tipo de actividades, el desarrollo cognitivo y un sinfín de capacidades (por ejemplo, la del lenguaje) experimentan un importante desarrollo en los niños.
En definitiva, practicar deportes al aire libre proporciona importantes beneficios, enfocados tanto a mejorar la salud ocular y reducir el riesgo de padecer miopía como a experimentar otros efectos positivos sobre la salud y el bienestar de los niños.
