Las lentillas infantiles pueden ser una excelente opción para niños que necesitan corrección visual, especialmente para aquellos que participan en deportes o actividades en las que las gafas pueden ser incómodas o incluso peligrosas. Sin embargo, no todos los niños están igual de preparados para dar el paso y es probable que necesiten tu ayuda para saber cómo ponerse las lentillas.
¿Está tu hijo preparado/a para usar lentillas?
En general, la mayoría de los niños pueden usar lentillas independientemente de la edad, la edad exacta en la que puedan empezar a usarlas puede variar según el niño y su nivel de madurez. Antes de considerarlo, es importante que lo consultes con un profesional de la visión, que revisará los siguientes aspectos para evaluar la preparación del niño para usar lentillas:
- Habilidad para seguir instrucciones: debe poder comprender cómo colocar las lentillas y seguir instrucciones detalladas para su cuidado y manejo.
- Responsabilidad: tiene que ser lo suficientemente responsable como para cuidar bien de sus lentillas, siguiendo las instrucciones de limpieza y de almacenamiento.
- Higiene: ha de tener buena higiene personal, ya que las lentillas deben manejarse con las manos lavadas y en un ambiente limpio.
- Nivel de actividad: influirá como factor decisivo a la hora de recomendar el uso de lentillas. Por ejemplo, si el niño participa en deportes o actividades en las que las gafas resultan incómodas.
- Comodidad: por supuesto, tu hijo ha de sentirse cómodo con la idea de usar lentes de contacto y no debe tener miedo a tocar sus ojos.
Ahora bien, aunque tu hijo cumpla todos estos requisitos, es esencial que supervises el cuidado de las lentillas y te asegures de que las usa correctamente.
5 consejos útiles para ayudar a tu hijo con las lentillas
A continuación, te presentamos 5 consejos útiles para ayudar a los niños con el uso de lentillas infantiles:
1. Enseñar al niño a cuidar adecuadamente las lentillas
Es importante enseñar al niño la importancia de cuidar adecuadamente las lentillas, siguiendo las instrucciones detalladas proporcionadas por el profesional adaptador.
Para ello, es fundamental que los padres se aseguren de que:
- El niño comprende la importancia de lavarse las manos antes de tocar las lentillas.
- Evita compartir las lentillas con otras personas.
- Guarda las lentillas adecuadamente en un estuche limpio y seco.
- No usar las lentillas por más tiempo del recomendado.
- Las cambia regularmente, de acuerdo con las instrucciones del profesional de la visión.
Lo ideal es que los padres involucren al niño en el proceso, haciéndole sentir responsable de su propia salud ocular.
2. Supervisar el cuidado de las lentillas
Tras trasladar al pequeño lo que debe hacer con sus lentillas, el papel de los padres no termina. Han de supervisar de cerca que efectivamente el niño está haciendo lo que se le ha enseñado. Revisa regularmente las lentillas para detectar signos de desgaste o daño, y reemplazarlas si es necesario. Comprueba también que tu hijo está siguiendo las instrucciones del profesional de la visión en cuanto a la duración de las lentillas. Y mantente muy atento a cualquier señal que indique que el niño está teniendo problemas para usar las lentillas, como enrojecimiento, irritación o dolor en los ojos. Busca atención especializada en un centro visual de inmediato si es necesario.
3. Ayudar al niño a acostumbrarse a las lentillas
Normalmente, suele llevar algo de tiempo que los niños se acostumbren a las lentillas. Afortunadamente, hay cosas que puedes hacer para que esto suceda antes:
- Animale en el momento de ponerse y quitarse las lentes de contacto.
- Dale tu apoyo emocional si hay momentos en los que le resulta más duro el proceso.
- Ofrécele una recompensa por seguir usando las lentillas, pero sin presionar demasiado.
Con tu ayuda, práctica y paciencia, ponerse y quitarse las lentillas se convertirá en una tarea fácil y rápida para él.
4. Considerar lentillas desechables diarias
Para los más pequeños, las lentillas de uso diario pueden ser una buena solución, ya que no requieren un mantenimiento prolongado. Si detectas que tu hijo tiene dificultades para cuidar adecuadamente sus lentillas son una opción a considerar.
Además, las lentillas diarias son más seguras para los niños, ya que reducen el riesgo de infecciones oculares. Y, si practican deporte, para ellos será más cómodo no tener que preocuparse por llevar un estuche para las lentillas ni por perderlas o dañarlas.
Consulta con tu profesional de la visión o en tu centro visual sobre esta modalidad de uso de lentillas que puede ser una excelente opción para tu hijo.
5. Fomentar la independencia del niño
Este es el último paso, ya que antes deberás haberte asegurado de que tu hijo se ha acostumbrado a usar bien las lentillas y a mantenerlas adecuadamente. Si esto es así, es el momento de fomentar su independencia y responsabilidad en el cuidado de sus propias lentillas.
Dejar de supervisar el proceso de ponerse y quitarse las lentillas y desentenderse del modo de limpieza puede ser complicado para los padres, pero permitirá que el niño tome la iniciativa y sea responsable de su propio cuidado. Algo que, sin ninguna duda, repercutirá muy positivamente en el niño o adolescente, mejorando su autoestima y su autoconfianza. Además, no olvides que puede ser útil para que en el futuro adquiera más habilidades de autocuidado.
En conclusión, conseguir que un niño se acostumbre a llevar lentillas infantiles y las mantenga correctamente es un proceso fácil. Ayudarle a usarlas bien solo requiere ser capaces de demostrar una combinación equilibrada de paciencia, supervisión y educación.
En cualquier caso, lo más importante es que te asegures de que el niño comprende la importancia de cuidar sus lentillas y de seguir las instrucciones que os haya indicado el profesional adaptador. Como es lógico, los padres también deben supervisar durante un tiempo estos aspectos y ayudarle a que se acostumbre más rápidamente con sencillos trucos y consejos.Con el apoyo necesario, cualquier niño podrá usar lentillas de manera segura y efectiva, lo que sin duda mejorará su calidad de vida en el presente y en el futuro y también su salud ocular.