¿Cuáles son las consecuencias de una detección tardía de la miopía infantil?

Las revisiones visuales periódicas son fundamentales para garantizar una buena salud ocular y para detectar a tiempo cualquier problema con el objetivo de que sus efectos en la calidad de vida de los pacientes sean los mínimos posibles. En el caso concreto de los niños, las consecuencias de la miopía se agravan si esta no se detecta pronto. Por este motivo, la temprana detección de la miopía es aún si cabe más importante en estas circunstancias, ya que la miopía infantil no tratada o tratada inadecuadamente puede dar lugar a una gran variedad de problemas relacionados.

¿Qué importancia tienen las revisiones visuales periódicas?

Sabemos que las revisiones visuales periódicas son importantes, pero ¿por qué motivos? A continuación, te damos algunas razones para no descuidar este aspecto con tus hijos:

• Contribuyen a la detección temprana de problemas oculares: ¿sabías que algunos problemas oculares, como la degeneración macular, las cataratas o el glaucoma, quizá no muestran ningún signo en sus fases iniciales? Es por esto por lo que, muchas veces, solo es posible detectar la existencia de estas patologías en una revisión. Y, si se descubren a tiempo, se pueden tratar de una forma más efectiva.
• Permiten mantener una óptima visión: los profesionales de la visión aprovechan estas revisiones para evaluar y ajustar al máximo sus prescripciones, valorando si se han producido cambios desde la última visita. Así, los pacientes pueden disfrutar de una visión más nítida y, en consecuencia, llevar una vida más cómoda.
• Son imprescindibles para realizar el seguimiento de los tratamientos: si los pacientes ya están recibiendo un tratamiento de la visión, estas revisiones son necesarias para evaluar su eficacia e introducir cambios si fuera necesario.
• Ayudan a controlar algunas enfermedades sistémicas: ciertas enfermedades, como por ejemplo la hipertensión o la diabetes, pueden tener consecuencias en la visión. En estas revisiones periódicas es posible identificar estos signos para contribuir al diagnóstico y tratamiento de dichas patologías. 
• Sirven para prevenir la fatiga visual: no es extraño que todos, incluidos los niños, pasemos largas horas delante de alguna pantalla en esta era digital en la que vivimos. Acudir a las revisiones es útil para prevenir su principal efecto, la fatiga visual, que se manifiesta en forma de sequedad de los ojos, visión borrosa o dolores de cabeza.
• Promueven los buenos hábitos: los profesionales de la visión aprovechan estas sesiones para dar consejos y asesorar a sus pacientes acerca de cuáles son las buenas prácticas que pueden llevar a cabo para mantener una buena salud ocular.

Problemas derivados de una detección tardía de la miopía infantil

Si nos centramos en la miopía infantil y en las consecuencias de la miopía en los niños a medio y largo plazo, programar y acudir a estas revisiones es igual o más importante. Para entender bien esto, presta mucha atención a todas las posibles consecuencias de la miopía no tratada a tiempo:

• Aumento progresivo de la graduación: es lógico que, si la miopía en los niños se detecta tarde, esto contribuya a su mayor desarrollo. Es decir, puede que cuando se acuda a una revisión demasiado tarde el problema sea mucho más grave que si se hubiera acudido antes. Y el avance es entonces irreversible.
• Tratamientos más limitados, complejos y costosos: una miopía más alta o desarrollada es más difícil de tratar que una que apenas ha tenido tiempo de desarrollarse. De hecho, hay algunos tratamientos o terapias que solo funcionan si se aplican al principio, en la infancia, lo que limita mucho las opciones en momentos posteriores. Igualmente, el coste del tratamiento de la miopía infantil es probable que se incremente de forma considerable si se deja pasar un tiempo excesivo, lo que puede provocar que se hagan necesarias lentillas especiales o incluso intervenciones quirúrgicas en determinados casos. Y no hay que olvidar que estos tratamientos más complejos y costosos son también mucho más incómodos para los niños.
• Dificultades y menos oportunidades académicas: sin duda, la miopía es uno de los factores que interfieren negativamente en el rendimiento escolar de los niños. No en vano, los niños con miopía no pueden ver bien la pizarra y ello quizá influya tanto en su participación como en sus resultados en clase.
• Más posibilidades de sufrir fatiga visual: al tener que forzar más la vista para intentar leer o ver objetos a distancia, los niños que padecen miopía están más expuestos a sufrir fatiga ocular, lo cual ya sabemos que tiene efectos sobre su bienestar en el día a día.
• Mayor riesgo de aparición de problemas oculares graves: las consecuencias de la miopía (sobre todo en las graduaciones más altas) incluyen un mayor riesgo de desarrollar, en la edad adulta, problemas oculares más graves, como pueden ser la degeneración macular o el desprendimiento de retina.
• Consecuencias sociales y emocionales: ponte en el lugar de un niño con miopía no detectada. ¿Imaginas hasta qué punto no ver bien su entorno influye en su estado psicoemocional? Su participación en un montón de actividades grupales e incluso su personalidad pueden verse muy negativamente afectadas.
• Retrasos en el diagnóstico de otros problemas oculares: ya hemos visto que la miopía puede derivar en algunas enfermedades y, adicionalmente, es posible que acompañe a otros problemas oculares subyacentes, como el astigmatismo, que sin una buena detección también se quedarían sin tratar.

Seguro que ya has llegado a la conclusión de que detectar y tratar a tiempo este problema visual, gracias a las revisiones visuales periódicas, es crucial para minimizar las consecuencias de la miopía en los más pequeños. Así, los niños con miopía sufrirán menos complicaciones a medio y largo plazo y su desarrollo visual y académico será lo más positivo y saludable posible. Por eso, si no lo haces ya, acude con tu hijo a revisiones periódicas para que los profesionales de la visión puedan mantener en buen estado su salud visual y prescribirle los tratamientos que necesite en las fases más tempranas de su posible defecto visual.